Me tomo otro café en este banco ficticio
Lo endulzo con la calidez de tu palabra,
Escrita o hablada,
Augurando el consuelo de la cafeína.
He confiado a F5 la labor de hallarte
En los encriptados laberintos de gmail.
Se ha desmoronado la esquina virtual
Mesa para dos, mientras el mundo ignora el torbellino.
Cada cierto tiempo vuelvo al lugar
Que anoche habitamos en la irrealidad
Carcomiendo el deseo de acortar distancias
Imaginando noches de poesía y nicotina.
Una duda fatal me asalta
Mas no puede la vida ser tan canalla conmigo
Algunas cuadras de tu existencia habremos de caminar juntos
En la condición que la vida nos designe.
De sed ha sido saciado mi ser
Y tú guardas la llave del lago de los versos
A su orilla, bajo un sauce llorón nos sentaremos,
El nuestro.
Patricia Báez Martínez
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