viernes, 1 de junio de 2018

Ramfis es solo eso: ráfagas



Por Patricia Báez Martínez

Desde que el hijo de Angelita Trujillo y nieto de Rafael Leonidas Trujillo anunció su intención de ser presidente de la República Dominicana se ha generado un debate socio-político en torno a su figura que perdura por meses y se mantiene latente a solo dos años de las elecciones del 2020. En este tenor, el escarceo antitrujillista ha recrudecido a la par de supuestas encuestas que lo dan como posible ganador en la próxima contienda electoral, en la que el presidente Medina está impedido de participar por razones constitucionales y de lógica política.

Sin embargo, Ramfis Domínguez Trujillo no debería ser tema de preocupación y discusión, porque aun excluyendo del debate el tema de la nacionalidad y el pasado ominoso de su familia -la cual sometió por treinta años a la sociedad dominicana a la más férrea dictadura de América Latina-, el hijo de Angelita no tiene condiciones  para ser presidente en esta media isla. Las razones son tres:

1)    El recuerdo aun vívido de la dictadura. Aunque han pasado 57 desde la caída de la dictadura, para muchos “parece que fue ayer”, como dice la canción interpretada por  el mexicano Vicente Fernández. Muchos de los perseguidos, encarcelados y torturados viven aún y rechazan cualquier propuesta política enmarcada en la memoria y el legado de la dictadura trujillista. Amén de que las generaciones que no vivimos la dictadura, hemos recibido de nuestros padres, madres, abuelos, abuelas, tíos y tías toda la información necesaria para tener un concepto bien formado sobre la dictadura, el cual nos impide abrazar o permitir una propuesta herencia de ésta. Si salir de Trujillo le costó a República Dominicana treinta largos años de lágrimas y sangre, y el exterminio de los valientes conjurados de la noche del 30 de mayo, no es verdad que la mayoría dominicana se arriesgará a una propuesta de esta naturaleza. 

2)    La escasa o nula dote político-intelectual del aspirante. ¿Cuál es la carrera profesional de Ramfis Domínguez Trujillo? ¿Tiene una hoja de trabajo que mostrar? ¿Qué hacía antes de ocurrírsele la oportunista idea de venir a aspirar a ser Presidente de lo que él cree aun la finca de su abuelo? Ramfis Domínguez Trujillo no tiene nada qué mostrar ni ofrecer que no sea la sangrienta y latrocina historia de sus ancestros. Este señor es un personaje que se dedicó a vivir de la fortuna que sus familiares extrajeron de esta República cuando fueron sacados a la fuerza y que, viendo la debilidad institucional y democrática en el país, haya oportuno el escenario para lanzar el anzuelo y tratar de pescar en río revuelto, primero pasando una factura a Quique Antún (a la sazón administrador del BNV) por 5 millones de dólares, o sea, un acto de corrupción actual por parte de la familia del exdictador. Pero fuera de ahí, no tiene absolutamente nada qué ofrecer, que no sea robar, linchar a haitianos y, si nos descuidamos, a dominicanos también. Porque a raíz de su salida a la palestra pública hemos observado que son muchos los trujillistas en la media isla, y como no hay perro sin pulgas, así como hay trujillistas, deben estar camuflados en la multitud algunos Johnny Abbes.

3)    Falta de apoyo de sectores determinantes. No nos llamemos a engaño, en este país no hay elecciones, sino simulación electoral. Aquí toma la Presidencia el candidato que los sectores industrial y empresarial eligen de mutuo acuerdo; la elección la hacen ellos. Para Ramfis Domínguez Trujillo ser Presidente debe contar con el concurso de los principales líderes industriales y empresariales del país, y eso es muy cuesta arriba, porque si bien estos sectores demuestran ser políticamente conservadores, no olvidemos que fue precisamente la burguesía dominicana que se deshizo de Trujillo el 30 de mayo de 1961, es decir, que es una clase social que ya no quiere vínculos con dictaduras, incluso, en los últimos años ha apostado a una mayor democratización del país y al fortalecimiento del proceso electoral promoviendo y apoyando los debates televisados de candidatos presidenciales. Si algún grupo empresarial, por vínculos y/o agradecimiento lo apoyaría, sería el de los Vicini, y ese es un grupo grande, es decir, Ramfis podría obtener el apoyo de uno de los miembros de la familia, pero no de todos. De hecho, esa familia, en esferas de decisión empresarial tiene dos representantes, lo que a mi entender evidencia dos tendencias. Por lo tanto, no se puede ver a este grupo como a una entidad homogénea en términos políticos.

En contraposición a este requerimiento indispensable, los apoyos que ha conseguido Ramfis hasta el momento vienen de ventorrillos políticos de poca monta y de generales sin tropa que –tras más de una década de lucha- al no poder convertirse en el Chávez dominicano, se han decantado por respaldar un movimiento político sin apoyo popular en el que ellos, de producirse un vacío político de gran impacto en el país y tras algunas escaramuzas, podrían terminar siendo ministros de las Fuerzas Armadas y volver a vestir el uniforme militar.

¿Qué busca Ramfis Domínguez Trujillo con toda esta alharaca?

Alto conocida en el país es la práctica política de ser precandidato a un cargo o posición mucho más alto de la posible para quedar siendo el candidato de la posible. O sea, este señor, al aspirar a la Presidencia de la República se mantiene en la palestra pública hasta las elecciones, va ganando algunos adeptos entre personas de criterio dudoso y oportunista, y se convierte en un candidato potable a senador o diputado de una de las fuerzas políticas conservadoras y/o nacionalistas que en los últimos años han ganado un poco de auge gracias precisamente al tema haitiano que Ramfis ha sabido explotar a su favor, pues su abuelo es el autor intelectual de la matanza de haitianos de 1937 que casi le cuesta la vida a José Francisco Peña Gómez.  

El otro objetivo de los movimientos de Ramfis Domínguez Trujillo es mantenerse en el foco de la opinión pública formal (periódicos, programas de tv, programas de radio, etc.) e informal (redes sociales y rumor público), porque en política es sumamente importante que se esté hablando del aspirante a una posición, ya sea en bien o en mal; preferible que sea en bien, pero si se habla en mal, no es negativo del todo, porque se mantiene la vigencia de su nombre en el imaginario social, luego solo hay que implementar una campaña que mejore la imagen del aspirante, porque en política, de lo que no se habla, no existe. Y que el tema Ramfis Domínguez Trujillo se mantenga latente es una estrategia política que al final, bien utilizada, generará sus dividendos.

De paso, como de carambola, pero quizá como parte de un acuerdo con el oficialismo, el nieto del dictador mantiene a la población atenta a sus movimientos y en una actitud permanente de rechazo y combate a su imagen, con el fin de que se pierda el interés en el tema de la corrupción, como por ejemplo, por el caso Odebrecht, que lejos de que se incluya a todos los que tomaron dinero de la multinacional brasileña –como se le ha pedido al Procurador-, ya empiezan a ser descargados los encartados, es decir, que es también un distractor social. Y no menciono otros casos de corrupción de este gobierno para no correr el riesgo de ser demanda por uno de los superministros de Danilo Medina, pues si algo ha demostrado la administración peledeísta es que está tan especializada en el robo público, que roba y demanda a los denunciantes, resultando gananciosos de causa gracias a una justicia más que a su servicio: cómplice.

Si bien en nuestro país hay que dormir como los tiburones: con un ojo abierto y el otro cerrado; por más ráfagas que sienta y escuche afuera, no pierdo la paz, porque como isleña tengo la convicción de que después de la tormenta siempre reina la calma.  Ramfis es solo eso: ráfagas.


La autora es periodista y politóloga.


3 comentarios:

Nicolas Desarrollador Apps dijo...

Tan asustados los peledeístas los entiendo Ramfis Trujillo una realidad que será el próximo presidente 2020.

Anónimo dijo...

No se cual droga te estas fumando con esos comentarios tan poco ciertos, pero Ramfis ahora mismo es el candidato mas popular en estos momentos.

Milciaes dijo...

Esta mujer claramente pertenece al sequito de lambones de la peor tirania en la historia del pais: La de Danilo Medina.