No es un concepto nuevo, es tan viejo como las luchas tribales. Después, el patriarcado precapitalista le dio forma elaborando la idea de que la violencia contra la mujer es un asunto privado y como tal no debía trascender al mundo político y sus leyes. La filosofía feminista entiende lo contrario: “lo privado” es un asunto público, y el hecho de que la violencia sexual se utilice como método de tortura así lo indica.
En la historia reciente, fue utilizado por los nazis contra las judías, el régimen pinochetista contra las presas políticas, la policía contra las campesinas de San Salvador Atenco, en México; los serbios contra las musulmanas de Bosnia, en la ex Yugoslavia; también los hutus contra las tutsis, en Ruanda. Ahora está ocurriendo en Kenia, donde mujeres y niños son víctimas de violencia sexual por razones políticas. Esta página quedaría corta ante el número y la magnitud de hechos de tal naturaleza.
De acuerdo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos la violencia sexual es una violación a los derechos humanos y toda violación de éstos es un asunto internacional. Es por ello que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llama la atención sobre este tema al considerarlo un crimen de lesa humanidad. ¡Enhorabuena! Pero ¿y en cuál habitación de “lo privado” dejamos las violaciones sexuales de la base militar de EE.UU. en Guantánamo?
Deseamos la paz sexual; felizmente desnuda y completa, cual diosa imperturbable.
sábado, 2 de febrero de 2008
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3 comentarios:
excelente articulo.
Gracias, Analía. Hermoso nombre.
El pene lo uso para cosas mejores... Procrear, hacer pipí, hacer el amor y pajearme.
Es mucho mas placentero.
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