jueves, 18 de junio de 2015

Danilo y la epifanía de la mentira


Existe una muralla histórica, por no llamarle barrera, que el gobierno de Danilo Medina no ha podido romper, la de la corrupción y la impunidad

Por Patricia Báez Martínez

Cuando todo cuanto se ha dicho es “un amasijo hecho de cuerdas y tendones/un revoltijo de carne con madera/un instrumento sin mejores resplandores/que lucecitas montadas para escena”, solo nos queda  la disección de la mentira.

1.      El Presidente inició su discurso de este martes 17 de junio mencionando avances institucionales y supuestas barreras históricas que ha venido rompiendo su gobierno.  Pero a pesar de que prometió combatir la corrupción y la impunidad, no lo hizo, por el contrario, además de solicitar a la ciudadanía “no lanzar piedras hacia atrás”, de ignorar el rumor público sobre supuestos actos de  corrupción en su gobierno,  ha logrado una reforma constitucional que le permite reelegirse consecutivamente a través de un pacto de impunidad con el presidente de su partido.

2.       El Presidente hizo alardes de un supuesto crecimiento económico, tipo China, y de haber sacado a 500 mil personas de la pobreza.  Sin embargo, un estudio de la Cepal presentado a finales de enero de este mismo año, ubicó a República Dominicana entre los países de la región con mayor pobreza e indigencia: La pobreza apenas habría bajado 0.5 entre 2012 y 2013 al pasar de 41.2%  a 40.7%. Las 500 mil personas sacadas de la pobreza de las que habla el Presidente equivalen al 5% de la población nacional, ese milagro debió producirse en 17 meses, y, sin embargo, no ha sido reconocido por los organismos multilaterales. Un día antes del discurso, el jefe de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Simone Cecchini, dijo en el marco de un seminario organizado por la Vicepresidencia de la República que “la pobreza por ingresos ha disminuido” en el país. Muy oportuno el comentario. Mas eso no está ni ha estado en discusión: El PIB ha crecido sostenidamente a la par con la desigualdad, lo que entraña un grave problema de redistribución de los ingresos que Danilo Medina ha ignorado en sus tres años de gobierno.

3.       El Presidente desea seguir su proyecto de crear 100 mil empleos anuales, sin embargo, ¿cuáles son las industrias y las empresas que ha creado el Gobierno? Ninguna. Todo se basa en las visitas sorpresas, para –además de promover la figura presidencial- financiar la actividad productiva a través de la deuda pública que ronda  entre 25 y 30 mil millones de dólares y ha generado un déficit cuasi fiscal de más de 8 mil millones de dólares.  Pretende su Gobierno continuar este propósito de crear 100 mil supuestos empleos anuales, y dejar de lado que el 75% de la población económicamente activa (PEA) gana menos de 15 mil pesos mensuales y sin que se produzca un aumento satisfactorio del salario mínimo, cuando menos.

4.       El Presidente pretende desligarse de la iniciativa de enmienda constitucional, al alegar que él simplemente ha respondido al clamor popular. Sin embargo, él y su equipo, después del primer año de gobierno, han estado trabajando para la reelección, fue él que envió la enmienda constitucional al Congreso que justificó una necesidad de reforma inexistente, porque si él ha sido un buen presidente, quién puede predecir que el próximo no será igual o mejor mandatario que él, solo por mencionar un componente de la huidiza necesidad de reforma. Su objetivo es presentarse ante la población como un mesías sacrificado.

5.       El Presidente se refiere a la democracia, a la institucionalidad y el consenso que supuestamente primó en la aprobación de esta reforma, pero si hubiese sido democrática se habría hecho un referedum o consulta popular, se hubiesen tomado en cuenta las voces disidentes en la Asamblea Nacional, y si fuera institucional quizá no se produce, por ser contra natura reformar una Constitución que apenas cuenta con cinco años de ser aprobada y para beneficio de un Presidente en el Poder; y del consenso ni qué hablar, todos sabemos cómo se produce, y varios asambleístas lo denunciaron: la compra de votos, la corrupción de que los senadores y diputados sigan en sus curules sin someterse al escrutinio en 2016, la impunidad de los ocho años precedentes de gobiernos peledeístas.

6.       El Presidente, para justificar su daño a la institucionalidad y la democracia, se refiere a las constituciones de otros países que sí permiten una reelección consecutiva. Sin embargo, por qué el mandatario no hizo ese mismo ejercicio para determinar que en este país, como en ningún otro del mundo,  se reforma la Carta Magna con tanta fruición y frecuencia.

7.       El Presidente expresa que la reelección es vedada en países con instituciones débiles y que viven el trauma de la dictadura. ¿Y quiere Danilo Medina más dictadura que esta de partido único-dominante que está imponiendo el PLD desde 1996 y de la cual él pasó de cómplice a principal promotor?

8.       El Presidente arguye que “se equivocan también los que dicen que introducir la reelección es beneficiar al gobernante de turno”. Lastimosamente, creemos que el gobernante tiene que ser muy digno para no aprovecharse de su condición para reelegirse, y Danilo Medina  muestra poca dignidad, y pasa a formar parte de la lista de buitres que han asaltado el Estado.

9.       El Presidente, de forma cínica, presenta como fortalezas del país y contrapeso de la reelección, el equilibrio político. Equilibrio que él ha alterado al pactar con el PRD, la que siempre estuvo entre primera y segunda fuerza política desde 1963 a la fecha; y con el PRSC, el primero de los tres partidos del sistema que convirtió en minoritario y satélite a través de la compra de sus líderes y las consabidas canonjías.

10.   El Presidente alega que aún queda mucho para lograr la reelección, que pende sobre él la guillotina de la voluntad popular. En un país con institucionalidad, en el que esta reforma no hubiese tenido lugar, la reelección es una posibilidad 50/50 para el presidente de turno, pero en un país presidencialista como éste, la posibilidad es de 90/10, siendo conservadores. El único presidente que no logró la reelección consecutiva estando en el cargo fue Hipólito Mejía.

11.   El Presidente, después de decir que no envió la enmienda constitucional al Congreso por vanidad, unos párrafos más adelante confiesa que le conviene más aspirar a un segundo mandato ahora que en 2016. Admite, pues, que la modificación procura beneficiarle.

12.   El Presidente exhibe la estabilidad macroeconómica e inflacionaria, sin embargo, no ha podido bajar de precios los alimentos, ni siquiera los de primera necesidad, todo lo contrario, recordemos que para pagar por él, para comprarlo como Presidente, los dominicanos estamos otorgando a las arcas nacionales un 18% de Itebis casi generalizado.

13.   El Presidente, que prometió una reforma del sector eléctrico, junto a la educativa y la fiscal, en su discurso de este miércoles, le bajó de rango a la reforma, ahora es una “iniciativa”.  Menciona el Índice de Desarrollo, pero no se atreve a ponerle el apellido Humano, es decir, IDH, porque en esa materia es consciente de que, según datos de la ONU (2014), estamos en el lugar 102 de una lista de 187 países.


“El pueblo es sabio y siempre juzga con rigidez a quienes están conduciendo su destino”, le tomamos la palabra, Señor Presidente. 

miércoles, 10 de junio de 2015

Políticos autodestructivos

Por Patricia Báez Martínez

A inicios de 2013, cuando muchos en la oposición apostaban a las dentelladas mortales entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas, desde la Z101 alcé mi voz para solicitar a ambos, de manera humilde, retirar sus aspiraciones presidenciales y apoyar a Luis Abinader, como forma de zanjar una crisis entre ellos que de lo político había pasado a lo personal. Pero, quién es esta musitadora de ideas para dar consejos a titanes de la política.

Como fórmula para crear una plataforma política a los expulsados del PRD por Miguel Vargas, se fundó el PRM, y allí, después de que Mejía dijera que no aspiraría, se desató una contienda por la nominación presidencial que amenazó los incipientes acuerdos de un grupo de personas que pretende volver al Poder. Mientras, Vargas terminaba de dar las últimas pinceladas a su proyecto político-empresarial, confiado en que con tener el santo, también acapararía la limosna.

Cada paso del accionar de Miguel Vargas y de Hipólito Mejía iba minando sus territorios, sin que nadie pudiera predecir el final. Bastaron unos cuantos comentarios destemplados en USA de parte de Mejía para que la militancia del nuevo partido que creía en su liderazgo se convenciera de que con ese gallo no ganaría. Y la oposición ya no aguanta más hambre, literal y de Poder. Y Vargas, en su creencia de que manejaba los hilos de un partido que en las elecciones pasadas obtuvo la mayoría de los votos (de forma individual), anuncia su apoyo a la reelección de Danilo Medina. Y esto, sin más, se convierte en su último cuplé.

Ni Hipólito Mejía ni Miguel Vargas se retiraron con donaire; se manotearon hasta el final por alcanzar el Poder o sus migajas, y con ello se autodestruyeron, en lugar de preservarse como entes de moderación y consulta de sus grupos políticos. A desmedro de Miguel Vargas, Hipólito Mejía aparenta tener una cualidad que el otro no, bondad. Y esa bondad se puede ver, entre otras cosas, en su apoyo público a la candidatura presidencial de Luis Abinader, aunque no estuvo conforme del todo con el proceso de las primarias. Hipólito así, se encuentra actualmente negociando con Luis Abinader su participación en un eventual gobierno del PRM; mientras, el destino de Miguel es oscuro e incierto. Todo por no saber cuándo detener su soberbia y dar paso a la razón.

Existe un tercer político a quien se le ha activado el gen de la autodestrucción: Leonel Fernández. Su ambición y su necesidad de impunidad  le han llevado a aspirar, a manipular, presionar y extorsionar, a exponerse al escrutinio público en un contexto no favorable para él. Aparenta estar en calma ahora, pero sus acciones visibles difieren de las invisibles. Su aceptación a la reelección de Danilo Medina a cambio  de inmunidad y la continuidad de sus legisladores, no es creíble. Si bien apoyó al Presidente en el 2012, en la actualidad estos dos líderes del PLD no tienen una relación propicia como para que éste (Leonel) trabaje por la reelección. Fue humillado, aplastado, y eso, dudo, se lo perdone al Presidente y su equipo.

El expresidente solo puede desactivar su gen autodestructivo asumiendo un bajo perfil, pues bien lo dice el adagio: “Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”.
 Y van dos.


viernes, 5 de junio de 2015

Pactos: de Leonel a Danilo

Por Patricia Báez Martínez

Con ellos solo se ha transferido los símil Poder y dinero, y se han rubricado de espaldas y en perjuicio a la democracia

Cuando Leonel Fernández eligió a Miguel Vargas Maldonado para firmar el pacto político por la reforma constitucional o Pacto de las Corbatas Azules, estaba enviando el mensaje claro de que su interlocutor en la otrora fuerza opositora era Vargas Maldonado y no Hipólito Mejía, quien claramente ostentaba el liderazgo, demostrándolo tres años después –en las elecciones generales- al obtener el 47% de los votos sin el apoyo de la dirección de su partido y sin alianzas.

En apenas cinco años, el panorama político dominicano dio  un giro extraordinario que, en otros tiempos (como aquellos de Joaquín Balaguer), pudo tomarse una década o más:

Quien convocó al pacto de 2009  ya no tiene poder de convocatoria, y quien asistió como invitado ya no se representa ni a sí mismo. Si el objetivo del acuerdo de las Corbatas Azules  hubiese sido otro diferente al de pactar la Constitución de 2010, actualmente fuera ilegítimo, en función de la poca representatividad de sus suscribientes. Ojo.

En días recientes, Danilo Medina y Leonel Fernández suscribieron un pacto, formal o no, pero pacto al fin, y con éste, el expresidente termina de transferir al Presidente (a modo de efecto colateral) el poco liderazgo que atesoraba del partido en el Poder. No os sorprendáis si en breve el politicón es separado de la presidencia del peledé.

Miguel Vargas, ante este panorama, y una intención de voto que no sobrepasa el 5%, no ve otra alternativa que endosar su apoyo a la reelección de Medina y convertir un partido con 70 años de historia -la mayor parte de ella, historia revolucionaria-, en otro partido bisagra más. Pareciera este otro acto de traición, pero no. Los marchantes son fieles a la lógica de que para perderlo todo ganar algo.

En dos de los tres acuerdos antes mencionados ha participado Miguel Vargas, en la primera ocasión como un líder opositor de importancia, en la segunda, como vendutero de poca monta. En ese acuerdo no participó Danilo Medina, pero sí en el segundo, el de la aprobación de la reelección en el Congreso  Nacional por parte de los legisladores que profesan seguir a Leonel Fernández, los cuales –por supuesto-recibirán su paga. Y tras ese acuerdo, Medina remató con el perredé. Capicúa.

El panorama político que unos meses atrás se veía abigarrado e indefinido, se ha despejado, y eso se debe en gran medida a las estrategias utilizadas por el Presidente. Mientras Luis Abinader se metió en el bolsillo a un contendiente fuerte pero fácil de eliminar, Danilo Medina “se comió” (en lenguaje ajedrecístico) al “rey”, y de paso se llevó entre las uñas a un alfil, terminando de hacer el trabajo que inició Leonel: Destruir al PRD, acabando con la historia de que fue el primer partido creado por Juan Bosch, también fundador del peledé,  quedando éste como fuerza política única o dominante. 

martes, 2 de junio de 2015

Segundo endoso

Por Patricia Báez Martínez

El primer endoso fue entre 2011 y 2012; a los dominicanos nos costó 200 mil millones de pesos  y una reforma fiscal que llevó el Itebis de 16 a 18 por ciento y amplió la base. ¿El objetivo? La reelección del PLD en el Poder y la ascensión de Danilo Medina al solio presidencial, garantizando impunidad a ocho años de corrupción desmedida.  En ese momento la actitud de Medina era de niño famélico, digno de conmiseración. Quizá nunca convenció a Leonel Fernández, pero de no apostar a él, los cuestionamientos, las denuncias, las querellas y expedientes judiciales hubiesen llegado antes.  El actual presidente es compromisario del acto de corrupción que lo llevó al Gobierno, no solo tomando recursos del erario para su campaña, sino también comprando conciencias y votos. ¿Qué no hará Danilo para reelegirse, ahora que es Presidente y tiene todos los poderes? Temístocles Montás, supuesto precandidato presidencial, fue cómplice de Leonel Fernández para forzar las elecciones a favor del PLD, fue premiado con permanecer al frente del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, y actualmente apoya la reelección.  Esas son claves de lo que puede sobrevenir: La reedición del hoyo fiscal. En los últimos tres años nos ha gobernado la misma estructura mafiosa que gobierna desde 2004, con escasas excepciones no excepcionales. Y lo hemos consentido.

La batuta del director de orquesta hacía unas señas, pero los músicos entendían otras: Cuatro (4) años más. Amparados en una supuesta popularidad de brincacharquismo. “Cuatro años más son insuficientes”, la excusa favorita de todo presidente ineficiente, poco institucional y autoritario.

El segundo endoso se produce en mayo de 2014; aún no sabemos el costo monetario, pero sí el institucional: Estocada a la Constitución en una herida aún abierta, con adherencias que hacen dolorosa e insoportable la vida democrática. ¿El objetivo? La reelección, una vez más, del PLD y de Danilo Medina, impunidad para ambos grupos en pugna dentro del oficialismo. Ahora la actitud del Presidente es diferente, se sabe con el Poder dentro y fuera del partido, controla gran parte de los resortes del Estado, solo dificultades en el Congreso y las Altas Cortes que no se puedan salvar con canonjías. Sigue en su conocida representación de “gatica de María Ramos”: Él no ambiciona nada ni hace nada; son sus muchachos que han armado toda esta aplastante maquinaria dentro de la maquinaria. Casi nada.

Y he aquí nosotros, comunes ciudadanos, comunes votantes, comunes “mojones” que vamos a permitir una vez más que nos roben el poder soberano otorgado en la Constitución y que damos a modo de representatividad, y que hoy, en el Pacto de las Corbatas Moradas nos pretenden arrebatar.  Se ultrajará una vez más la Carta Magna, pero nunca para darnos más Poder, para establecer el Referéndum Revocatorio, por ejemplo, sino para conculcárnoslo. ¿En cuál matadero quedará el derecho a la institucionalidad, a la continuidad y estabilidad que merece nuestra Nación?

El éxtasis de la derrota de un líder político venido a menos por el descrédito, no debe convertirse en el anestésico que de aquiescencia a iguales formas de corrupción e impunidad recientes.

Es ominoso aceptar que impunidad con impunidad se paga.