lunes, 18 de junio de 2007

Los tres que echaron a Pedro al pozo

Ya está más que comprobado, “donde Amable Aristy Castro pone el ojo, pone la bala”. Es cierto que siempre que se postula gana, porque cuando invierte en política apuesta a todo por el todo.

Llegó una de las horas decisivas de los candidatos presidenciales del PLD y PRD, los primeros en ser elegidos: saber quién es el nuevo y último contentor de importancia, dado el reducido tamaño del sistema dominicano de partidos.

Leonel Fernández, Miguel Vargas Maldonado y Amable Aristy Castro, ellos llevarán las insignias de los tres partidos tradicionales en las elecciones presidenciales de 2008.

Algunos analistas políticos vaticinan el triunfo casi seguro de Fernández en la primera vuelta electoral dada la debilidad en el carisma, discurso y credibilidad de sus adversarios. La encuesta Penn Schoen publicada el 12 de junio pasado así lo confirma.

Sin embargo, serán unas elecciones muy pobres en término de la ética y el debate sobre las políticas públicas, pues la fortaleza del candidato que se señala como futuro ganador radica en las colas de papel de sus adversarios, por lo que se augura un proceso dominado por campañas de descrédito.

El problema es que en la euforia ferial además de las colas ajenas se puede quemar la propia por accidente.

lunes, 28 de mayo de 2007

¿Cuál es el Norte?

"Los hombres se llenan mutuamente las cabezas de ruido y sonidos, pero no logran comunicar sus pensamientos, ni presentan a la mirada del otro sus ideas, que es la finalidad del discurso y del lenguaje".

John Locke(1632-1704) en su obra "Ensayo sobre el Entendimiento Humano".

Es cierto que en las sociedades modernas el poder político tiene una composición binaria, gobierno central y municipal. El municipio es el espacio político-territorial más pequeño, al cual deben impactar las políticas nacionales, pero siempre transversalizadas por las locales. Cuando un país no tiene un Proyecto de Desarrollo o de Nación, se producen ruidos o interferencias entre esos dos poderes y sus políticas públicas.

Tal vez es lo que está ocurriendo ahora en el país. No se logra distinguir bien la música de un aparato retransmisor cuando ya el otro impacta los tímpanos, por ejemplicarlo de alguna forma.


Primero eran los estudios de factibilidad del Metro, luego continuó el escándalo de los megasueldos de la Cámara de Cuentas, siguió la protesta ciudadana por la tala indiscriminada de árboles como parte de una política de arborización del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), a eso continuó el "conveniente" anuncio de la reducción de impuestos por parte del Gobierno, y así por el estilo y el Estado.

En pocas palabras, mientras en las esferas del gobierno central los creadores de imágenes se las juegan abiertamente a "todo por el todo" en pos de asegurar su botín económico y/o político, -por lo bajo- el síndico del ADN hace lo suyo en un discreto juego de "quita y pon" que ha dejado a más de un parque y avenida con la epidermis al sol.

¿Hacia dónde vamos señores y señoras políticos? ¿por qué los proyectos del gobierno central no se dan la mano con aquellos de los gobiernos locales? ¿por qué los municipios rescatan espacios públicos que al cabo de unos meses terminan destruidos por el troglodismo de una mega obra gubernamental? ¿por qué la Secretaría de Medio Ambiente se ha quedado cruzada de boca y brazos ante la tala de árboles? ¿jugó esa entidad algún papel en el nombrado plan de arborización?

Y ahora, al cerrar estas míseras líneas con un párrafo más aguado que un café de velorio de pobre, se alzan las voces de quienes solicitan la destitución de los ambiciosos jueces de la Cámara de Cuentas. ¿Y de qué historieta infantil pretenden estos ciudadanos sacar a los impolutos jueces que habrán de sustituir a los actuales? ¿Y de qué forma pretenden los ecologistas que el ADN justifique los gastos excesivos en publicidad y otros cacaitos? A cocinar se aprende cocinando y a ser escépticos, desilusionándonos de manera sistemática.

martes, 27 de marzo de 2007

Pre campaña y chapucerías

La dirección de campañas políticas y la publicidad están de capa caída, nunca en la historia reciente había colmado los medios de comunicación tanta publicidad política sin contenido y/o mediocre. Dirigir el país es un juego de pelota, no se puede distinguir si Eduardo Estrella pide al PLD que devuelva el país al PRSC o al "pueblo", Danilo Medina nos lleva en el corazón desde el 2000 y Leonel Fernández apuesta por el graffiti y el miedo al cambio.

La publicidad aparentemente más acorde con la llamada dominicanidad y los tiempos modernos la hizo el equipo de campaña de Miguel Vargas Maldonado en la campaña interna del PRD. Como diría Jacqueline Polanco de la Flacso: "qué pena que la dominicanidad se defina mediante una cerveza", aludiendo a una campaña publicitaria de Cervecería Nacional Dominicana, de la misma forma digo: qué lástima que la proyección de cómo resolver nuestros graves e históricos problemas sociales y económicos se haga en el terreno de un juego, por demás, de origen estadounidense.

Para mal de males, ahora Amable Aristy Castro imita esta publicidad en la campaña interna del PRSC. Habrá calculado que con dinero y una publicidad que aludía a su cualidad de MVP, Vargas Maldonado logró derrotar a Milagros Ortiz Bosh, y que ya que él cuenta con los recursos, sólo basta con plagiar la campaña de Vargas Maldonado para lograr la nominación en el partido rojo. Un niño de 6 años haría el mismo cálculo.

Eduardo Estrella, también del PRSC, sigue teniendo los peores publicistas y directores de campaña electoral que en 2004. Sus mensajes a la ciudadanía son panfletarios y de muy baja calidad. Es penoso que un buen candidato reformista tenga una campaña de tan bajo impacto. Y es que no solo de buenas intenciones se vive, también de empuje, y a Estrella le faltan buenos asesores y publicistas que logren hacer calar sus propuestas.

Precisamente hablando de empuje, el precandidato presidencial del PLD, Danilo Medina, hizo un gran esfuerzo en esta ocasión para mostrar a un líder político con buena imagen, carisma y fuerza. Sin embargo, dos aspectos nublan el trabajo hecho con él: que continúe con el eslogan que utilizó en el 2000, muy criticado por cierto, y que exista contradicción en su mensaje, por ejemplo, habla de enfrentar las prioridades del pueblo dominicano y enfrentar no es sinónimo de solucionar, más bien puede tener una interpretación negativa de frenar.

Por último, y por el mismo hecho de ser Presidente y precandidato presidencial del PLD, está Leonel Fernández, quien comenzó a tantear a la ciudadanía con una campaña publicitaria sin su rostro, lo que denota miedo, falta de seguridad en que podía ganar la candidatura en el partido morado. Luego podríamos criticar el uso del graffiti, signo de urbanismo y juventud, para inculcar el miedo al cambio: "No inventen, sólo se gana con Leonel", etc. Qué contradicción en una campaña que aparenta estar dirigida a los jóvenes, si este es el grupo etáreo más propenso a evolucionar.

Como se puede ver, cualquier Juan de los Palotes dirige una publicitaria y hasta una campaña política o es que los precandidatos no quieren pagar por trabajos de calidad. Algo está pasando y no se sabe a ciencia cierta qué es, y lo peor es que mientras, estamos obligados a ver esta publicidad de mal gusto que nos empuja al aburrimiento. Con la suerte de que el aburrimiento, de ser sólo un sustantivo está pasando a tener un adjetivo: aburrimiento político. ¡Ufff!

martes, 20 de marzo de 2007

Del encantamiento a la perra de "Mamá Belica"

Pareciera que las últimas décadas de la historia política dominicana nos develaran el fin del caudillismo. Esa figura, retrógrada, autoritaria y corrupta que colma nuestros textos de historia en su recorrido desde la creación de la república en el siglo XIX hasta finales del XX, específicamente en 1978, cuando ascendió al poder el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). En todo este gran lapso de tiempo, los gobiernos democráticos y con vocación anticaudillista fueron la excepción.

En mi humilde percepción de lo que ha sido el peso político y social del último caudillo dominicano, el ex presidente Joaquín Balaguer, me había forjado la idea de que República Dominicana se abría paso a nuevos horizontes. El rechazo de una buena parte de la población a la repostulación del Presidente Fernández me hizo entender que el país asumió los últimos gobiernos de Balaguer (1986-1996) como un karma a pagar y el proceso de transición de una escena política caudillista a una democrática y diversa, había resultado como la extirpación de un absceso de pus.

Hoy me sorprenden los comentarios que hiciera el productor del programa televisivo Revista 110, el doctor Julio Hazim. El galeno dedicado al análisis político denunciaba, de manera especulativa, la existencia de un acuerdo entre el actual presidente de la República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, y el ex presidente Hipólito Mejía (PRD), debido a que el primero no cuenta con la mayoría absoluta para aprobar la Reforma Constitucional que quiere agenciarse, por lo que se asume que buscará el apoyo de los legisladores del PRD, los cuales responden a Mejía, de acuerdo a Hazim.

¿Cuál es el asunto? Que los legisladores del PRD aprobarían la reforma si en ésta se introduce la reelección indefinida con un período por en medio, de modo que Mejía pueda aspirar a la Presidencia en las elecciones del 2012. Y, de acuerdo al productor, la cosa no se queda ahí sino que el acuerdo procura la alternabilidad en el Poder de Fernández y Mejía, es decir, que el PLD buscaría por todos los medios la reelección del actual presidente, que gobernaría hasta el 2012 cuando se le daría paso a Mejía y así sucesivamente.

Un tanto fantasiosa y descabellada la especulación de Hazim, pero no es imposible en un país como este donde los partidos políticos son capaces de obstaculizar las aspiraciones de sus candidatos a las elecciones legislativas y municipales, haciendo trueques de candidaturas, siempre que las propias que ganen estén alineados con los interes partidarios que dominen.

Hazim se basa para esta especulación en lo ocurrido en febrero pasado en el Carnaval de La Vega cuando Hipólito Mejía llegó al lugar. Una turba de lambones y pedigueños políticos vociferaba: "Llegó papá, llegó papá". Se pregunta el productor ¿a qué juega el PRD cuando sabe que esa relación hace daño a su actual candidato, Miguel Vargas Maldonado?

Me atrevo también a especular lo siguiente: el incidente de La Vega fue producto de la expresión popular y económica que producen los colores, la música, el ron y 500 pesos en los bolsillos ganados sin dar un golpe. Pero lo que no es producto de la expresión popular, es la discreta lluvia de grafitis que se ha desatado por la ciudad, en los cuales se alude a "Papá H", me parece que esto se puede adjudicar a los dos principales precandidatos del PLD, Leonel Fernández y Danilo Medina, los cuales podrían estar buscando afectar la campaña de Vargas Maldonado.

Es bueno recordar que si bien el PLD aún no tiene un candidato oficial, "el que tiene la lágrima onda tiene que empezar a llorar temprano" -como dicen en el campo- y de esos dos precandidatos todavía no se sabe a ciencia cierta quién debe empezar a llorar primero, pues la lucha aparenta muy reñida.

Ahora bien, ¿que el PLD y el PRD a través de sus principales figuras tendrán que llegar a un acuerdo para aprobar la Reforma Constitucional? Eso es seguro, como también que el acuerdo podría incluir una negociación sobre la reelección, su tema más controversial. También es casi seguro que la mencionada alternabilidad, de darse, no podría ser muy prolongada, pues para el 2020 Mejía será un hombre posiblemente retirado de la actividad política y hasta empresarial.

Ahora bien, de existir esta posibilidad de alternabilidad entre dos incipientes caudillos se convierten Danilo Medina y Vargas Maldonado, así como futuros precandidatos y candidatos, en ícaros políticos, lo que resulta perjudicial para el país porque a la sazón de TLC's y Metro, la vida política estaría anclada en 1880.

Ahora bien, a pesar de vivir en esta media isla -habitada en su mayoría por negras y negros bananeros-, prefiero pensar que el escenario anterior es una fábula de mal gusto en una arena política de leones, burros y pollos. También, que de darse una negociación de ese tipo entre Fernández y Mejía, las contingencias políticas (liderazgos nuevos y fuertes, cambio de la percepción política del dominicano y la dominicana y del ejercicio de la ciudadanía, recomposición partidaria, etc.) se encarguen de echarla por tierra o modificarla.

No en vano habremos resistido.

viernes, 9 de marzo de 2007

Periodismo Vs. Relaciones Públicas

Por Patricia Báez

Son profesiones muy relacionadas, especialmente en este país en donde la carrera de Relaciones Públicas es incipiente y antes de ello formaba parte de las menciones de la carrera de Comunicación Social. Pero a pesar de esos vasos comunicantes, son dos carreras con campos profesionales diferentes. El periodista se mueve en el mundo de los medios de comunicación, formales e informales, mientras el relacionista público trabaja en las empresas, en funciones dictadas por la formalidad del mercado.

El periodista busca la nota que lo libere de ser un periodista más de una redacción más, mientras los menos de ellos aún sueñan con brindar un servicio social desinteresado. El relacionista público procura defender los intereses de la empresa que representa para así asegurar su salario, a corto plazo, y su éxito en el área, a largo plazo.

Por estas diferencias de objetivos parecerían tener estos dos profesionales roles antagónicos. El periodista visualiza al relacionador como una persona de buena presencia que buscará por todos los medios de ocultar o falsear la información, en tanto que el relacionador verá en el periodista a ese profesional de "tercera" que de seguro quiere causarle daño a la empresa para la cual trabaja.

Son miedos y posiciones normales cuando dos personas o profesionales cuidan sus respectivos terrenos. La empresa vende una imagen y productos y/o servicios, mientras el medio vende noticias y las noticias mientras más impactantes, más demandas tienen.

Lo que sí resulta en un acto deshonesto es cuando el relacionista público soborna al periodista, también cuando este último publica notas negativas de una empresa o institución pública en procura de recibir dádivas, en pocas palabras, ejercer el chantaje mediático.

En el primer caso, la empresa compite de manera desleal con las demás empresas e instituciones afines que no incurren en actos de corrupción al pagarle a periodistas. Además de que acallar voces, a la larga, provoca que el liderazgo institucional no desarrolle capacidades de resolución de conflictos y manejo de la imagen institucional, aspectos sumamente importantes en estos tiempos de competitividad y libre comercio.

En el segundo caso, el periodista que extorsiona a las empresas con publicar notas negativas con el fin de conseguir dádivas, incurre en una grave violación a la ética profesional. Máxime cuando existe una diversidad de medios y ha de notarse que éste está siendo condescendiente o defiende abiertamente a la empresa o institución que le paga, pues otros medios publicarán la información de manera veraz.

En el peor de los casos, es el director del medio o el editor quien recibe el soborno de la empresa o institución y modifica la nota del periodista. El único recurso que tiene el profesional de la información en estos casos es pedir que la nota sea publicada sin su firma, claro, si logra saber de los cambios antes de ser publicada la información.

A pesar de las malas experiencias y la desconfianza existente, tanto el periodista como el relacionista público son dos colegas que deben trabajar muy de cerca, el primero para tener acceso de primera mano a la fuente y el otro para contar con medios dispuestos a colocar sus notas.

El respeto y la responsabilidad deben primar en la relación que éstos entablan.

Muy por encima de perseguir el éxito profesional y la bonanza económica está el hecho de que en el país contamos con pocos medios de comunicación en comporación con otros países de la región y del mundo. Y siempre estará latente la posibilidad de que periodistas y relacionistas públicos se encuentren en arenas en donde deban darse la mano, teniendo -en el mejor de los casos- que admitir los errores y excesos cometidos y abriendo paso al perdón.

El poder de las mujeres

Daniel Innerarity

La política continúa siendo una cosa de hombres, en mayor medida incluso de lo que parece y a pesar de los números tranquilizadores que recogen las estadísticas. El dato más evidente es que, de acuerdo con los estereotipos viriles de la competencia, se exija a las mujeres lo que suele darse por acreditado en los varones. Una prueba de esta dominación es que también la lucha por la paridad está llena de lugares comunes. Cuando la presencia de la mujer en la política no se justifica en términos de igualdad sino de diferencia residenciada en el género, se consagra un rol femenino que juega unas veces a favor y otras en contra de las mujeres, pero que siempre termina perjudicándolas.


Esta ambivalencia se puede comprobar en la campaña de Ségolène Royal, la candidata socialista a las elecciones presidenciales de Francia, que ha sido beneficiaria y víctima del rol tradicional asignado a las mujeres. Lo que en un principio apareció como sinónimo de renovación y espontaneidad se viene transformando últimamente, en el imaginario colectivo cuidadosamente alimentado por sus rivales, en debilidad y falta de preparación. En una sociedad en la que siguen vigentes los lugares comunes del sexismo, lo mismo que le supuso una ventaja inicial (ser una mujer) puede convertirse en su mayor inconveniente. El resultado final es que corre el riesgo de sucumbir a esos clichés, a la trampa que permite a las mujeres adornar el escenario siempre y cuando renuncien a ser decisivas.


Es muy frecuente el caso de mujeres que se hacen un hueco en el espacio público gracias a que no se presentan a sí mismas como personas políticas y en esa medida hacen valer su proximidad a los ciudadanos. Es un tópico que manejan también esos empresarios, jueces o periodistas que de vez en cuando se presentan a las elecciones y exhiben como una ventaja su falta de profesionalidad política. En este caso, ser mujer equivaldría a estar cerca de la gente y, por lo tanto, alejada del microcosmos de la política. Ségolène Royal, aunque se ha formado en la cantera de la que proceden buena parte de los políticos franceses (la École Nationale d'Administration) y ha sido varias veces ministra, se presentó durante las primarias como menos "profesional" que Dominique Strauss-Kahn o Laurent Fabius y más próxima a los ciudadanos. No es extraño que su campaña se haya basado en la idea de una "democracia participativa", prolongación natural de esa sociedad civil que es el lugar reservado a las mujeres. Detrás de esto hay una manera de entender la paridad que ha pretendido promover a las mujeres definiendo la feminidad como el suplemento de la política, como su reverso. La historiadora americana Joan W. Scott mostró muy bien de qué manera la presencia de las mujeres no se ha promovido para corregir la representación sino para cuestionarla: las mujeres vendrían a introducir la sociedad civil en la esfera política, que se supone artificiosa, profesionalizada y lejana.


Lo que han hecho los adversarios políticos de Royal es simplemente transformar esa falta de profesionalidad en vacío político e incompetencia. Al jactarse de que no tiene respuestas para todo, la candidata se ha beneficiado de la simpatía que despiertan los no especialistas, pero se ha expuesto a la sospecha de que no tiene ni idea. Lo que explicaba ayer su éxito (no ser un político como los demás, no ser un hombre e incluso no ser un político) puede ser lo que mine su credibilidad. Sería entonces presa de la trampa que permite a muchas mujeres jugar el papel de "personas corrientes" para después excluirlas como inhábiles. Aquí se comprueba hasta qué punto el paisaje de los lugares comunes está lleno de estereotipos que consagran, a la postre, un ventajismo masculino. Para las mujeres políticas, las condiciones que les abren las puertas del éxito pueden terminar siendo las que justifiquen su descualificación: que son, simplemente, mujeres.


Hace tiempo, resumiendo sus investigaciones acerca de la historia de las mujeres, Michelle Perrot la resumía con la idea de que la diferencia entre hombres y mujeres consiste en que sólo el hombre es un individuo, es decir, alguien cuyo género es transparente, que está emancipadode su grupo de pertenencia, que es según lo que hace de sí mismo. La exclusión de las mujeres se ha llevado a cabo impidiendo, literal y simbólicamente, esa individualización. Por eso suele ocurrir que únicamente cuando aparece en el escenario una candidata se plantea la cuestión de la identidad, porque ya se sabe que los varones no tenemos género y no somos más que un individuo. El varón tiene posibilidades de realización personal no únicamente a causa de su no discriminación, sino porque se da por entendido que sólo él debe su valor a lo que hace y a la competencia que adquiere. En la tópica asignación de funciones, a la mujer se le atribuyen unas características que no le permiten distanciarse de su condición; una mujer, incluso la más exitosa, siempre será una mujer que ha tenido éxito y no -como en el caso del varón- alguien que ha tenido éxito.


La conclusión para el caso de la política podría ser la siguiente: las disposiciones para el acceso de la mujer a los instrumentos de representación política deben fundarse en un mero hecho sociológico (que son, aproximadamente, el 50% de la población, mientras que sistemáticamente hay un porcentaje menor de mujeres en los puestos de responsabilidad política) y no en una supuesta cualidad esencial que vendría a remediar el desaguisado provocado por los políticos. Las mujeres no están más cerca de la gente sino, por desgracia, más alejadas de la política. Las políticas de "acción afirmativa" se justifican por la mera demografía y no por una cualidad distintiva que caracterizaría a todas las políticas, más allá de las siglas de cada una. La diferencia tiene sentido para promover al acceso, no para orientar la actividad política de las mujeres. La paridad habría cumplido su objetivo cuando la actividad política de las mujeres dejara de ser algo específico y grupal. Cuando las mujeres hacen política "de mujeres", desarrollando unos supuestos atributos de la feminidad (cercanía, humanidad, sentido común, inclinación hacia el cuidado y la protección, sensibilidad hacia lo particular...) que son precisamente los que las han recluido en la privacidad, contribuyen involuntariamente a que se las expulse del espacio público. La renovación de la política no va a venir de que las mujeres hagan una política femenina sino de la equidad efectiva. La paridad es necesaria para corregir una disfuncionalidad que dificulta la presencia de las mujeres en política, pero no para que las mujeres hagan, en tanto que tales, otra política que debería ser necesariamente más cercana y humana.


¿Dónde reside entonces el verdadero poder de las mujeres? Desde luego que no en aquel que complementa o corrige el poder de los hombres, sino en el que puede sustituirlo. La dominación masculina puede incluso promocionar alternativas femeninas con la seguridad que no ponen en peligro el reparto de funciones que asegura su hegemonía. A lo que más tememos los hombres no es a una mujer, mucho menos si es mujer-mujer; lo que más nos incomoda es un individuo.


Daniel Innerarity es profesor titular de Filosofía en la Universidad de Zaragoza.

jueves, 8 de marzo de 2007

8 de marzo

Las funcionarias se pavonean y la amorfa masa vocifera en las calles


Las floristerías hacen su agosto y las vendedoras de flores sufren la informalidad



Los organismos internacionales hacen llamados y las mujeres asesinadas son silenciadas


La mujer es felicitada, sonríe y responde al halago, mientras el hombre en su ignorada masculinidad se reafirma porque continúa siendo el amo y señor de la sociedad.


Pintura: Vendedora de flores de Diego Rivera.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Onomástico

Ayer cumplí 32 primaveras, que no son tales
Pericia vital y piel ajada, algo de eso tiene mi estación
Y es que flores nunca tuve
Galoparon en colorida manada en pos de Andrómeda.



Se me ha virado la fe como un mástil herido
Como un amor kafkiano, alucinantemente ficticio y propenso al odio Se me viraron los sueños y devinieron en pesadillas
Camino fue a laberinto, como flor de cerezo a alienígenas.


Mi cama, un puñado de grietas por donde se cuela la agonía,
Una voz conocida que se escapa quejumbrosa a la tecnología
Un sorbo de vino, y
Treinta y dos tantos y un virao.



Foto: Rodrigo Núñez.

martes, 20 de febrero de 2007

Mi sexo suma

Más que placer

Más que hijos

Más que labores domésticas

Más que un rostro agradable

Más que un cuerpo apetecible

Más que dependencia

Más que sumisión

Más que un segundo salario

Más que seguridad para tu seguridad

Más que la estabilidad del sistema


Mi sexo -mental, emocional y físico-
suma personalidad, sentimiento e inteligencia.

¿Aún lo deseas?

martes, 13 de febrero de 2007

Martes 13, amor

La luna,
que primero coqueta y locuaz,
montó sobre un corcel bayo,
y se despidió sin voces ni letras.

Acaricié las escasas estrellas
como a las cuentas de un Ave María inconcluso,
y las nubes danzaron -castañuelas en mano-
junto a la Eva nocturna.

¡Silencio! ¡Silencio!
Gritó desde el suelo el búho
a la bulliciosa chicharra
de movimientos embriagada en la rama.

Los silbidos de un ave presagiaron la oscuridad:
durmió mortecina la luna,
abrazadas las pestañas,
insomnes las palabras.

Mas tu cuerpo no estaba junto al mío.

lunes, 12 de febrero de 2007

Rosario Murillo, la poeta que escribe a "Daniel"

¿Podría establecerse un simil entre Rosario Murillo y Elena Iparraguire o Camarada Miriam? Sí, es posible encontrar rastros de mujeres que lo han dado todo por una causa política y el amor.

Patricia Báez

Los datos biográficos de Rosario Murillo (Nicaragua, 1951) son escasos en la internet y están indefectiblemente mezclados con los del líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega.

Pudiera creerse que la historia política de Murillo, hasta ahora vocero del FSLM, comenzó con Daniel Ortega, pero el destino de esta mujer estuvo marcado desde siempre por la estrella de la lucha revolucionaria. En su sangre corre la sangre del líder de la independencia nicaraguense, el general Augusto Sandino, y desde muy joven se incorporó al FSLN.

¿Cómo se conocieron Murillo y Ortega? es un dato que desconozco, sin embargo, el hecho de que él estuviera preso en las cárceles somocistas entre 1967 y 1974, siendo ya miembro de la dirección del FSLN, puede que haya influido en el encuentro y posterior acercamiento de la pareja que renovó sus votos nupciales en septiembre de 2005, después de 27 años de convivencia juntos.

Una unión, en principio, muy a tono con los aires de las luchas revolucionarias y, al final, muy acorde con los aires de alineación con el sistema. "Los declaro: marido y mujer", sella el pacto de mutuo acuerdo.

De Rosario Murillo se sabe que estuvo casada con Jorge Narváez Parajón, fallecido, y con quien procreó a Zoilamérica Narváez Murillo, una joven que nació en 1967, el mismo año que Ortega cayó preso tras el asalto a un banco, y quien vendría a ser el cisma en la vida de la pareja.

Murillo, mujer de la clandestinidad política y luego primera dama de Nicaragua entre 1979 y 1990 tras el triunfo de la Revolución Sandinista, es poeta. Su pluma le escribe al amor, al desamor, a la naturaleza, a su amada Nicaragua y, claro está, a Daniel, con quien procreó ocho hijos y a quien en ocasiones ha dedicado cartas públicas.

"Pienso que es posible enfrentar la saña, la rabia, el ahogo, el furor, de la derecha y del imperio, con inteligencia, dignidad y respeto, por nosotros mismos, y por los demás", le dijo Murillo a Ortega y otros líderes del FSLN en alusión a la reacción de la dirigencia sandinista a los ataques de los partidos opositores.

Ahora, luego de 16 años fuera del poder en los cuales apoyó a Ortega en las cuatro contiendas electorales a las que éste se presentó sin éxito, Murillo vuelve a ver coronado su sueño de estar en la punta del iceberg, en el abismo de vida y muerte al que está acostumbrada.

En esos 16 años en la ominosa oposición de una izquierda anacrónica y desacreditada, Murillo tuvo tiempo de pasar del macrocosmos político al microcosmos familiar y de género, al enfrentarse en 1998 a la acusación de abuso sexual que hizo su primogénita, Zoilamérica, a Daniel Ortega.

La joven, ya a sus 31 años, tuvo valor para denunciar ante un tribunal y públicamente los presuntos abusos sexuales a los cuales estuvo sometida por Ortega durante 20 largos años.

"A mi madre la consumían las múltiples ocupaciones o responsabilidades ...Desde entonces no tenía la confianza para decirle que su compañero me decía cosas. No desee crearle problemas a mi madre con su compañero...", cuenta Zoilamérica en una carta pública.

Ortega negó las acusaciones y -sobre el apoyo de su madre Lidia Saavedra y la misma Rosario Murillo- apeló a la inmunidad parlamentaria que le otorgaba su posición de diputado. Además de esta ya privilegiada posición, la jueza consideró que el delito del que le acusaban había prescrito y el congreso nicaraguense se demoró en quitarle la inmunidad para que fuera investigado.

Con el argumento de que la denuncia de Zoilamérica era hija de la política sucia de la oposición, la familia Ortega Murillo pareció zanjar la situación. Sin embargo, una sola pregunta desata el maremagnum: ¿Era la revolución sandinista de 1980 una lucha feminista; era un principio del FSLN la libertad política, social y económica de la mujer nicaraguense?

Quizá "con el poder del amor", como suele escribir Murillo, pueda ella conciliar el sueño nocturno sin que el fantasma de la duda la despierte; la duda de que lo cortés no quita lo valiente y de que en la izquierda como en la derecha y el centro: patriarcado, machismo y violencia sexual forman parte del día a día.

Escrito el 11 de noviembre de 2006 para que conste en acta.


En Mujeres en Red, María Suárez Toro hace un análisis más profundo sobre la relación entre el incesto que se le imputa a Daniel Ortega y la composición y recomposición del poder político en Nicaragua a partir del pacto de 1999. Según la autora, el limbo en el que se encuentra la acusación de Zoilamérica Narváez hacia su padrastro es producto de la confabulación de un poder político en el cual el hombre tiene un papel hegemónico y la mujer viene a representar un papel de dignidad y libertad que no es tal.


Haz click en el artículo de Suárez Toro: Nicaragua un presidente acusado de incesto.

jueves, 8 de febrero de 2007

Té de feminismo, lesbianismo y "Caldo santo"

Una de las críticas que hace el solapado "movimiento machista" al feminista es que la mayoría, sino todas, las feministas son lesbianas. Una deducción muy simple, más no lógica, a una realidad tan compleja como las afiliaciones ideológicas y las preferencias sexuales.

Si existiera esa relación entre feminismo y lesbianismo tendríamos que preguntar a cada feminista y/o lesbiana ¿Qué fue primero en ellas, el feminismo o el lesbianismo? Es decir, cuál es la causa y cuál el efecto, porque pienso que no siempre la causa es el feminismo y la consecuencia el lesbianismo, sino tendríamos que aceptar que todos los políticos son corruptos, lo que no es cierto. Y para muestra basta un botón: Aura Celeste Fernández, excelente funcionaria y en extremo honrada.

Pero mi interés no es la teoría filosófica sobre la relación sobre entre feminismo y lesbianismo, sino lo que avizoro como un acto de "mala prensa" de los hombres hacia el movimiento feminista. Con esto amedrentan a las mujeres interesadas en la lucha por los derechos femeninos, en el sentido de que les advierten que serán tildadas de lesbianas o, en caso extremo, terminarán siéndolo.

El primer caso hipotético, ser tildada de lesbiana, no causa sorpresa. Inmediatamente una mujer toma el camino de la lucha contra el patriarcado es calificada de bruja, loca, desadaptada social, lesbiana...

El segundo caso hipotético, terminar siendo lesbiana, es algo que no debe alejar a las mujeres del movimiento, ya que una no debe adelantarse a los acontecimientos o -como dice mi abuelita- "poner la carreta delante del burro". Si adelantarnos a los acontecimientos fuera una constante, el número de matrimonios y de uniones consensuales disminuiría considerablemente, así como el número de frustraciones sentimentales .

Pero en fin, los acontecimientos vitales deben fluir y nuestra misión es darle curso cuando llega el momento.

El lesbianismo sin el feminismo no hubiese alcanzado el nivel de sistematización y desarrollo que ha logrado, y viceversa: el empuje, la pasión y la fuerza de las lesbianas del movimiento han hecho posible sacar a la luz muchos aspectos de la vida de las mujeres por siglos ignorados y mitificados de intrascendentes y "privados". No se puede negar que muchas autoras feministas son lesbianas o bisexuales. Y es que para entenderse como sujeto-mujer y reconocerse ante otras, muchas llegan al climax de amarse mutuamente.

Y no estoy diciendo nada nuevo, ya lo había dicho Adrianne Rich:

"Antes de que existiera o pudiera existir cualquier clase de movimiento feminista, existían las lesbianas, mujeres que amaban a otras mujeres, que rehusaban cumplir con el comportamiento esperado de ellas, que rehusaban definirse con relación a los hombres, aquellas mujeres, nuestras antepasadas, millones, cuyos nombres no conocemos, fueron torturadas y quemadas como brujas."

¡Bon appétit!

Ensayo de Yuderkis Espinosa "La relación feminismo-lesbianismo en América Latina"

martes, 6 de febrero de 2007

Pertenencia del cuerpo

Al hombre el cuerpo le pertenece, a la mujer no. El Estado y la iglesia son los albaceas del cuerpo femenino, representantes históricos del patriarcado, dominio de un género sobre otro.

En la sociedad patriarcal y moralista no existe justificación al aborto, ni por incesto ni violación ni malformaciones de la criatura ni riesgo de muerte materna. La maternidad así, pasa de privilegio del género femenino sobre el masculino a martirio del primero.

El hombre, presente en todas las instituciones políticas, sociales y económicas, funge como guardian y testigo de ese sufrimiento femenino que debe ser la maternidad, tronchada o conclusa.

Desde el Estado (Poderes Ejecutivo, legislativo y judicial) y la iglesia, el hombre ejerce la ley para mantener el orden "divino", pero más que nada, el orden antropológico; en pocas palabras: "A Dios rogando y con el pene dando". Para ser más claros.

¿Dónde estarán el Estado y la iglesia cuando esos niños necesiten cuidados y recursos especiales, cuando comiencen a delinquir desde los 8 años? ¿Qué les ofrecerán? Quizá una hostia que no calma la humana hambre; 550 devaluados pesos por mes; la correccional y, por último, penas máximas de entre 30 y 40 años de cárcel.

Si acaso esto es lo que desea la elite conservadora dominicana, no así un buen puñado de mujeres que exige la formalización del derecho a sus cuerpos y la planificación de sus vidas.

Sí a la vida, pero con opción a decidir. En definitiva, son nuestros cuerpos.

lunes, 5 de febrero de 2007

Tango del amor

Un, dos, tres, vuelta
Y tus labios se encuentran con los mios
Giro y respiras taciturno en mi cuello.
Pretendo retirarme, pero me retienes con rabia
Mis brazos se convierten en hilos por los que tiras de mi vida.
Pecho con pecho, boca con boca, pubis con pubis
Iniciamos una danza de dolor y sexo.

sábado, 3 de febrero de 2007

Mujer y Reforma Constitucional

En el reciente Encuentro Nacional para la Reforma Constitucional se pudo palpar el interés de las delegadas municipales de que los derechos de la mujer, la niñez y los envejecientes sean consagrados en la Carta Magna. Sin embargo, cuando los grupos provinciales se unieron en plenarias de discusión a nivel de región, este interés se vió relegado por otros más urgentes para los delegados, los cuales estaban concentrados en aspectos como la nacionalidad, la reelección y la elección de los diputados. Siempre los derechos individuales y sociales, en este caso de las mujeres, niños y envejecientes, se ven desplazados por la urgencia de ordenar el desorden del poder masculino.