miércoles, 22 de abril de 2009

No soy dueña de mí



No he evolucionado, no he avanzado nada; estoy en la misma condición de subordinación, discriminación y esclavitud que mis antepasadas
trasplantadas desde el África.

No importa que haya alcanzado el derecho al voto, que pudiera entrar a la universidad, que ahora pueda divorciarme, que se me expidiera una cédula de identidad y electoral, una licencia de conducir…sigo siendo una ciudadana de segunda o tercera categoría.

No importa que sea económicamente activa, que aporte al fisco igual o más que mi padre, que mi esposo, que mi hermano -los ciudadanos de primera categoría-, eso no me hace merecedora de opinar ni decidir sobre mi propio cuerpo.

No importa que me haya cuidado y que -estando planificada-, quedara embarazada. Tendré que traer esa criatura al mundo, aunque eso signifique retraso en mis aspiraciones labores, interrupción de mis estudios, crisis familiar y económica, stress post parto. ¿A quién le importa?

No importa cuántos títulos tenga acumulados: licenciada, diplomada, especialista, doctora; sólo soy una cifra a tomar en cuenta para las estadísticas frías, mis aspiraciones, sueños y anhelos no importan.

No importa que sea atea, agnóstica, protestante, musulmana, la Iglesia Católica rige mi vida.

No importa el que haya sido violada, por mi padre, otro familiar o un desconocido, y esté embarazada, da igual, pues tendré que traer al mundo el fruto indeseado de ese acto violento que lacera mi vida.

No importa que tenga otros hijos, mi pareja, la posibilidad de ser madre en el futuro; si enfermo de eclampsia severa, mi médico –a quien le he depositado toda mi confianza- deberá dejarme morir, so pena de ser juzgado, condenado y encarcelado.

No importa si me dicen que mi hijo padece anencefalia, deformación o enfermedad congénita, tendré que traerlo al mundo con todas sus consecuencias. La muerte prematura y el compromiso de por vida con un hijo que no responderá como un niño normal; cambiando mi existencia y disminuyendo mi calidad de vida.

No importa si soy una menor edad, sin experiencia, incauta, que ha sido embaucada por hombres como el presidente de Paraguay, de los que aquí hay por montones: debo ser madre y enfrentar, entre otras cosas, una maternidad precoz y con eso, sus consecuencias.

Soy la “eterna menor”, la niña que aún no puede decidir, el receptáculo del semen de cualquier hombre, la portadora de su semilla, la criadora, la responsable de la descomposición social ¿Cuánto más voy a pagar por ser mujer?

Por qué le temen tanto a mi sexo, si no mata como en cambio lo hace el machismo. La envidia del hombre por no poder ser madre, por estar incapacitado para gestar la vida, no puede ser la base sobre la cual la sociedad legisle, castigándome por mi inherente diferencia biológica, moral y espiritual.

¿Por qué tú, legislador y legisladora dominicana, me quieres esclavizar a través de mi cuerpo, de la maternidad: un acto que consta de dos? ¿A cuántos hombres dominicanos les gusta usar el preservativo? ¿Cuántos abortos clandestinos no se producirán ahora o cuántos hijos no planificados e indeseados llegarán a este hermoso país de playas y cocotales paradisíacos?

No soy nada, no soy nadie.

No tengo un Presidente, tampoco legisladores.

No esperen nada de mí, sólo resentimiento y apatía.

Estoy en franca rebeldía

¿Me acompañas?


Pintura de:
Adela Casado.

6 comentarios:

Sheila dijo...

Te acompaño. También estoy en rebeldía.

Yalo dijo...

Rebelde, asqueada, decepcionada y burlada...
Y.

Margarita Cordero dijo...

Patricia: Gracias por este regalo de integridad, de lucidez, de valentía; por este regalo de esperanza. Somos incontables las que, a través tuyo, gritamos nuestra rebeldía, que no será pasajera.

Margarita Cordero

Leopoldo dijo...

También hay hombres en rebeldía!!! Porque se ha violado la barrera entre lo público y lo privado; porque los legisladores actuaron cual si fueran clérigos, y no representantes del pueblo designados por elecciones populares y libres, no por designación "divina"; porque se mancilló el derecho de poco más de la mitad del colectivo dominicano, aún de aquéllas que, por cooptación ideológico-religiosa ni se dan cuenta de que se les ha truncado una libertad fundamental.

Adela Casado dijo...

Por supuesto te acompaño. He leído tu impresionante reflexión, cargada de verdad. Me enorgullece que elijas una de mis obras para el mismo.
Gracias y felicidades por tu escritura.

Mercedes Pión dijo...

Tienes un blog muy interesante, y ese tema me encanto, y es mi bueno por asi las mujeres que lo leemos dabemos que no estamos solas. Gracias. Y por cierto en mi blog tengo un artculo que me gustaria que vieras y me dejaras un comentario. Es muy importante tu opinion.

Es imperante que todo el pueblo dominicano conozca el proceso iniciado contra el ex banquero Pedro Castillo acusado de robo civil y otros cargos criminales. Todas las informaciones que pueden probar la imputación de fraude en cada una de las 403 transacciones cuestionadas las podrán encontrar en la página: http://www.sentenciaspedrocastillo.com/ , encontrarán todas las pruebas que demuestran el hecho de que el ex banquero utilizó dinero del Grupo Progreso para adquirir y mejorar propiedades de lujo en Vail, Colorado y Miami, comprar un yate y abonar el pago inicial de un helicóptero.