Al sur crece la caña
Y el Caei, enhiesto, sereno
Carne hecha labios
Sed burlando al riachuelo.
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Fe, palabra y espada
Un poco de mi
Ser humana; mujer, mujer-sujeto; madre, madre de otras mujeres; caribeña, dominicana; periodista, periodista tercermunista...
Mis ventanas
Negritud
No me arrepiento de ser mujer tanto como de haber sido históricamente objeto sexual y de cambio.
Patricia Báez Martínez
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Casa de muñecas
En ella aprendemos a ser mujer. Pero mujer-esposa, mujer-amante, mujer-madre, mujer-ama de casa... Allí asimilamos "la bondad" de estar protegidas por las paredes y el techo, también por el padre, el hermano o el esposo. En la "casita" -rosada, limpia, bonita- no aprendemos a manejar vehículos ni a construir edificios ni a ser autosuficientes ni valientes y arriesgadas. Por eso y más: no nos regalen techos y paredes ni burbujas ultraprotectoras; bríndennos el cielo, la lluvia, el aire, la tierra, el fuego, la flor...el ave que vuela y canta.
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