viernes, 23 de septiembre de 2016

Vamos al circo, Carla

Por Patricia Báez Martínez 

Pan y circo, James; y cuando se acabe el pan, que al menos nos den circo.

La Fiscalía de la Provincia Santo Domingo solicitará al Tercer Juzgado de la Instrucción de esa jurisdicción la ampliación del plazo de las investigaciones sobre el caso Carla Massiel Cabrera, el cual –hasta el momento- implica rapto y asesinato. ¡Enhorabuena! Qué bueno que las autoridades judiciales dominicanas han colocado sus oídos en el sentir de la ciudadanía que –por vez primera- no está dispuesta a deglutir conclusiones salcochadas en aras de cerrar un caso que pudiera ser más complejo.

Podría extenderse el horario del circo, nos sentaremos en primera fila, a observar, analizar, exigir y hasta protestar. Exigiremos más profesionalidad y responsabilidad de parte de la Fiscalía de la provincia Santo Domingo: No más errores en este caso porque de seguir este derrotero, al final no habrá ni expediente ni condenados.

Si es que nuestras autoridades no están preparadas para enfrentar un caso de esta potencial magnitud, debe asesorarse. En el país existen expertos en criminología conscientes de que el tráfico de órganos aquí puede ser una realidad. Otros países de la región centroamericana padecen este flagelo, lo están debatiendo públicamente y toman medidas. Según datos de Global Financial Integrity, el negocio del tráfico de órganos mueve mil doscientos millones de euros al año, con Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí como los principales importadores de órganos humanos. ¿Por qué enterrar la cabeza en la arena como el avestruz? ¿No estamos en capacidad de asimilar este nivel de descomposición social o se está encubriendo una mafia macabra y multimillonaria?

Ojalá y el asesinato de Carla Massiel sea obra del crimen común, mas no vamos a descansar por darle respuesta no solo a este caso, sino a otros casos de niños desaparecidos en República Dominicana, que son muchos y pasan sin pena ni gloria hasta que la desgracia toca la puerta de un poderoso. No solo es la posibilidad de tráfico de órganos; es un hecho la trata de personas en toda la región centroamericana y el Caribe, incluida la trata de niños, por lo general con fines de esclavitud sexual.

Carla Massiel será el punto de inflexión, habrá un antes y un después de su muerte; ella dividirá en antes y después nuestro caótico y deficiente Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. No tengan dudas las autoridades, y es pertinente que estén a la altura de esa circunstancia para que no sean arrastradas por la ola de repudio que su indiferencia pudiera provocar.

Se extenderá el horario del circo, sin embargo, llevaremos en las manos tomates y huevos para lanzarlos contra aprendices de payasos y acróbatas cuando no estemos satisfechos con sus  actuaciones. ¿Te parece, Carla?



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