lunes, 10 de abril de 2017

Azúcar


Viniste a mi tierra con aire altanero
En el viaje de los canis
Y te adueñaste del llano
Pues de espinas siempre estuvisteis vestida.

Del África sustrajeron, para domarte,
Negros apiñados en los Guineamen
Obligados ellos con el látigo
En el trapiche a extraer tus fluidos.

Y a más demandar azúcar la Corona
Más negros, más ingenios, más trapiches.
Sacar el melao a la hiel del eurocentrismo:
Fuerza, sudor, hambre, látigo, castigo, muerte.

La fuerza de la historia impregna tus cristales.
El azúcar, esclavitud del negro.
El trapiche del hombre blanco lo destruyó
Hasta que la enferma Europa demandó morfina.

Hoy el ingenio sigue siendo del blanco
Y el negro continúa allí destilando sudor y lágrimas
Mas no como negro… apenas dominicano,
Un concepto que pretende ocultar siglos de esclavitud.

¡Azúuuucar,
¿Cuánto dolor trago cuando te derrites en mi lengua?
¿Cuántos negros muertos ignorados por los historiadores blancos?
¿Cuánto linaje castizo en tu posesión pese a las cinco centurias?!

Esta negra maldita te reclama como suya.
Reclama la tierra ancestral, la raíz del conquistador y el espigado tallo
Tus campos florecidos que se extienden en este Sur parido de pobres.

Eres mía, me perteneces porque me destruiste, y al destruirme te hiciste mía.

Patricia Báez Martínez

9 Abril 2017
Baní, prov. Peravia

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