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martes, 12 de noviembre de 2019

Hay más fiscales corruptas en todo el país


Aurelina Cuevas Román, después de desestimar una denuncia en contra de la periodista Patricia Báez Martínez, ahora presenta pruebas contra ella por el mismo hecho

Era el viernes 23 de febrero de este año, esa mañana decidí salir a investigar dónde era que supuestamente se me estaba investigando por abuso sexual contra mi niña de 12 años. Pasé por la fiscalía de NNA y me dijeron que allí no había nada contra mí, que fuera a la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género, en el barrio 30 de mayo, y así lo hice. Al preguntar, me informaron que sí, que en agosto de 2018 el padre de mi hija había puesto una denuncia en mi contra por abuso sexual, maltrato físico y abandono contra una menor de edad, pero que eso fue desestimado, “porque la niña iba por un lado y el padre por otro”, dijo textualmente la fiscal Aurelina Cuevas Román, quien había recibido la denuncia; y agregó: “Esa gente, el padre y la esposa, vinieron mucho aquí para que a usted la mandaran a buscar presa, pero yo consideré que eso era un abuso”. Le pedí una certificación de esa desestimación, pero como la secretaria ese viernes había pedido el día libre, me dijo que fuera el lunes 26. Ese lunes tenía audiencia en el Tribunal de NNA de la Pedro Livio Cedeño, donde se discutió la guarda, pero antes de salir fui a la fiscalía por la certificación. Cuando Aurelina Cuevas Román llegó pidió le buscaran el expediente, al rato me mandó a buscar, y muy compungida, me dijo: “Yo le dí una información errada, el caso no está desestimado, de hecho hay una orden de detención en su contra”. Me quedé pasmada. “Considero que lo que se está haciendo contra usted es injusto”, volvió a reiterar. Como tenía audiencia ese día, me dejó ir, quedamos que en cuanto yo llegara a Baní, me pondría a disposición de la UAVVG.

Al yo decir, a través de mis denuncias en las redes, las valoraciones de Cuevas Román sobre la denuncia aviesa en mi contra, fue suspendida por varios meses. Entonces inició la contienda entre su ex jefa y yo, Georgia Teresa Abreu Román, la cual denuncié en diferentes instancias, aunque Bolívar Sánchez no quiso recibir la denuncia en la Procuraduría, y fue separada del puesto. Primero estuvo en la Fiscalía de Baní como asistente del Procurador Fiscal y luego la mandaron para Azua, a la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género de ese municipio, para que siguiera abusando de otras mujeres, cambiando testimonios de niños para solicitar órdenes de arresto. Pues fue ella, quien por encima de Aurelina Cuevas Román, tomó el expediente, cambió el testimonio de mi hija para pedir una orden de detención dizque por exhibicionismo.

La niña fue llevada a cámara Gesell en San Cristóbal, a pesar de que me opuse porque sabía que iba a ser una tortura para ella. Y fue llevada totalmente manipulada por el padre y su esposa, pero a pesar de eso, todo salió bien, porque mi hija es un ángel (lo mejor dentro de lo peor) y porque oré mucho y pedí unción del Señor en ese lugar. De las cuatro acusaciones, solo una mantuvo la niña: Que le daba con todo y por todo. Y admitió, una vez más, que dice mentiras, así como que su padre le informa de mis publicaciones en Facebook y que deja los expedientes del caso rodando por la casa y ella los hojea. Ése video es la única prueba válida contra mí en ese caso.

Sin embargo, hoy, la titular de la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género de Baní es Aurelina Cuevas Román, sí, la misma fiscal que me dijo que había desestimado el caso porque la niña iba por un lado y el papá por otro, y que consideraba injusto lo que se me estaba haciendo, y ella va a presentar cargos contra mí el lunes 16 de diciembre.

Las pruebas en mi contra son:

1- 1  El testimonio del padre (testimonio interesado en desaparecerme de la vida de mi hija).
2- 2  Testimonio de la trabajadora doméstica de la casa del padre (que nunca ha ido a mi casa ni me conoce, y cuyo video donde ella cuenta lo que la niña supuestamente le contó, lo graba su padre y la esposa sin ser ellos parte del Ministerio Público ni tener auto de un juez para colectar esa prueba).
3- 3 El acta de nacimiento de la niña (que lo único que prueba es que ella existe y quién es).
4-  Reporte de rendimiento escolar del Colegio Dominicano de La Salle (a ver qué tiene que ver eso con lo que se me acusa).
5- Un CD contentivo de la entrevista en la cámara Gesell (que más que hundirme, me salva, y que tendrá que ser admitido también como prueba a descargo).

Me preguntaba indignado mi adorado Orbis Beltré: “¿Pero es que esa fiscal no tiene oficio?” No lo creo. Me parece que ella le teme al padre de mi hija, porque conoce las influencias que él maneja, pues ya una vez la hizo suspender, y ella le tiró ese bulto al juez, para que cuando hagan una archivo definitivo del caso, él no vaya en contra suya. Muy inteligente de su parte, y la apoyo –en este instinto protector- porque considero que ella también ha sido víctima colateral de la violencia que se ejerce contra mí. La otra posibilidad es que Cuevas Román esté recibiendo órdenes del fiscal Darío Tejeda Fabal, quien es un brazo ejecutor de las maldades del senador Wilton Guerrero en el municipio.

(Haciendo un paréntesis: Después de la destitución de Cecilia Báez de la UAVVG de Baní, a finales de marzo de 2018 (1 año y 8 meses), ya van tres (3) titulares de la unidad: Georgia Teresa Abreu Matos, Praxísteles Méndez Segura y ahora Aurelina Cuevas. ¿Está caliente la silla? Parece que solo el fundillo de Cecilia Báez podía contener las órdenes del brazo ejecutor del cacique de Peravia). Recordar que Cecilia Báez fue la fiscal que solicitó medida de coerción –por violencia de género- contra Vantroi Suazo, el pupilo de Wilton Guerrero, quien  estando aún preso fue designado por el Presidente Danilo Medina secretario de la Juventud.

Gasté 5,000 pesos dominicanos y un mes de esfuerzo denunciando a Georgia Teresa Abreu Matos y conseguí que la quitaran del puesto, lo que hicieron en silencio, mas yo me encargué de pregonarlo, para que las mujeres de este  país sepan que es posible quejarse de las autoridades y hacer que sean removidas de sus cargos. Sin embargo, luego la mandaron al mismo puesto, pero en Azua. Pudiera volver a gastar lo mismo e invertir igual esfuerzo, y hacer que quiten a Aurelina Cuevas Román, por incoherente y sospechosa de corrupción –y conste que la corrupción no es solo recibir dinero-, pero ¿Para qué? ¿Para que la manden a la UAVVG de Nizao?

Hoy la Procuraduría General de la República pretende lavarse las manos por las muertes de Anibel González y Juana Domínguez en San Pedro de Macorís, a causa de los delitos de una red de mafiosos de la Fiscalía de esa jurisdicción, cuya  figura visible es la fiscal Margarita Hernández, pero no se las pueden lavar. Las manos del Procurador Jean Alain Rodríguez, de Ana Andrea Villa Camacho, de Bolívar Sánchez, y otros tantos funcionarios corruptos más, están sucias de la sangre de mujeres víctimas de la violencia machista.

A mí me critican porque denuncio los atropellos en mi contra por las redes sociales, ¿Pero qué hubiese sido de mí, si no denuncio por esta vía? ¿Si no pongo en evidencia a mi fino agresor? Que sepa yo, ni Anibel González ni Juana Domínguez, ni muchas otras víctimas del odio machista, han usado esa vía. A veces me pregunto: ¿Me han salvado las redes? Él podrá tener 30 órdenes de alejamiento a su favor (mi madre dice sobre esto: ¿Y quién quiere acercarse a él?), pero todo el mundo sabe, que si me pasare cualquier cosa, él es el primer y único sospechoso.

Si voy a morir por ser mujer y madre, y defenderme, y defenderla, prefiero morir de pies, y no de rodillas. Que cada quien cargue con su culpa.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Destituyen de puesto fiscal denunciada por periodista Patricia Báez Martínez



La profesional de la comunicación agradece al director del departamento de Persecución del Ministerio Público, Fernando Quezada García, quien le recibió la denuncia, pues en el departamento de Inspectoría, que dirige Bolívar Sánchez, se negaron a aceptarla

Baní, provincia Peravia.- La fiscal adjunta de la jurisdicción de Peravia, Georgia Teresa Abreu Matos, fue removida como titular de la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar y de Género del municipio de Baní, provincia Peravia, a inicios de este mes de mayo, y en su lugar fue designado Praxísteles Méndez Segura, quien fue trasladado de Azua hacia Baní.

Abreu Matos fue designada en el cargo en abril del año pasado, en sustitución de Cecilia Báez. Aunque algunos le atribuyen haber mejorado la razón de ser de la unidad, varios abogados y ciudadanos se quejaron de haber sido maltratados por Abreu Matos, entre ellos la periodista Patricia Báez Martínez, quien la denunció ante el departamento de Persecución del Ministerio Público en Santo Domingo.

“Estaba siendo supuestamente investigada a mis espaldas, el caso fue desestimado por la fiscal que lo manejó, y después de eso, la fiscal titular lo retomó, variaron declaraciones de mi hija en la entrevista con la psicóloga y solicitaron una orden de arresto, que fue emitida el 25 de octubre de 2018 y todavía en marzo no se había ejecutado”, explicó Báez Martínez, quien pasó 24 horas detenida junto a 17 mujeres en la cárcel preventiva de mujeres de Baní (una habitación mugrosa de 3x3 metros cuadrados en Paya, Baní) en espera del dispositivo de la sentencia para pagar la fianza.

“A pesar de tener un garante como el arquitecto Ismael Díaz Melo, y de que yo había dado la cara al proceso -pues nunca tuvieron que llamarme ni citarme ni irme a buscar a mi casa-, la fiscal Abreu Matos quiso que yo durmiera en la cárcel preventiva para así vengarse de la denuncia que le puse”.

La periodista dijo también que no le interesa que los funcionarios del sistema judicial le teman, pero sí que hagan su trabajo de manera correcta y con ética, respetando las leyes, los reglamentos y protocolos judiciales.

Aprovechó la ocasión para agradecer al director del departamento de Persecución del Ministerio Público, Fernando Quezada García, el único funcionario en la Procuraduría General de la República que le recibió la denuncia contra Abreu Matos, y le prometió estudiarla y tomar una decisión al respecto.

domingo, 14 de abril de 2019

Patricia Báez Martínez denuncia atropellos del MP en complicidad con padre de su hija menor




Baní, Provincia Peravia.- La periodista Patricia Báez Martínez denunció una serie de irregularidades y atropellos que se han venido produciendo en la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género de Baní, las cuales estarían siendo orquestadas por el padre de su hija menor, Yoni Cruz, y su esposa, la periodista Rosario Medina Gómez.

La periodista expuso que procurando que ella no viera más a su hija, el padre de ésta la acusó de manera aviesa de haber sostenido relaciones sexuales delante de ella y solicitó una orden de protección a favor de la menor, la cual se estaba conociendo en el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) de Baní, caso que fue declinado al Tribunal de NNA del Distrito Nacional sin haberse tomado ninguna decisión.

“Concomitantemente a eso, él fue a la Unidad de Atención a Víctimas y me puso una denuncia en ese sentido el 30 de agosto del año pasado, y fue el 23 de febrero cuando me enteré de esto, porque yo misma, sin que me citaran, fui a la unidad. Allí la fiscal Aurelina Cuevas me dijo que esa denuncia fue desestimada porque se veía halada por los cabellos. 

Dos días después voy a buscar la certificación del desestimiento y me encuentro con la sorpresa de que la denuncia no fue desestimada, de que la investigación seguía abierta y había hasta una orden de arresto contra mí”, refiere la periodista, quien sostiene que el padre de su hija se ha propuesto destruirla sin importar el costo.   

Entre las incongruencias del expediente, se encuentran que la fiscal solicitó orden de arresto por exhibicionismo o violación al artículo 333-1 del Código Penal, pero la orden de arresto es emitida por una juez interina por supuesto maltrato físico a la menor. En la audiencia del día 8 de abril, para conocer la medida de coerción, la fiscal Georgia Teresa Abreu Matos varió la tipificación de exhicionismo a maltrato físico (309-1 y 351-2 del CPD) para poder estar acorde con la jueza y tener un caso, pues el exhibicionismo es penado cuando es público.  

Báez Martínez refiere que fue Georgia Teresa Abreu Matos, por encima de la investigación que realizó Aurelina Cuevas del caso, quien solicitó la orden de arresto y tomó la decisión de fusionar una denuncia por violencia psicológica que interpuso ella en contra del padre de la menor (de la cual no le dieron ni la copia que le correspondía) con la denuncia hecha por el padre de la menor contra ella.
“Ese lunes 4 de marzo, estuve cinco horas detenida en la Unidad de Violencia de Género hasta ser llevada ante el juez de la Instrucción, pero en realidad era para que Georgia Teresa Abreu Matos me citara directamente para que fuera a la Unidad de la Rómulo Betancourt donde me notificaron una orden de protección a favor de él, por amenaza a la integridad física, a pesar de que yo había ido allí (a la unidad de Baní) cinco veces por mis propios pies a enfrentar la denuncia”.

La profesional de la comunicación también sostiene que en la Unidad de Atención a Víctimas de Baní nunca le leyeron la denuncia ni los cargos en su contra, y la magistrada Abreu Matos, ante la solicitud que la periodista hizo en este sentido, le dijo que cuando llegara ante el juez de la Instrucción podría tener acceso a su expediente.

Luego, el día 8 de abril, cuando se conoció la medida de coerción, a pesar de que el abogado de la periodista le solicitó a la magistrada Abreu Matos que no la enviara a la cárcel preventiva de Paya, pues el dispositivo de la sentencia no había salido ni había dónde comprar sellos de Impuestos Internos a las 4:00 de la tarde para pagar la fianza, ésta dijo que no podía hacer nada al respecto porque su jefe no estaba para tomar la decisión.

Sin embargo, entre los presupuestos presentados por Báez Martínez figura una carta notariada y firmada por el reconocido arquitecto banilejo Ismael Díaz Melo, en la que se compromete a ser el garante de que la periodista no se sustraería del proceso, así como una certificación de la Segunda Sala Civil del Tribunal de Niñas, Niños y Adolescentes del Distrito Nacional que da cuenta de que ella ha asistido todas las veces que ha sido citada para conocer el proceso de guarda de su hija menor.
Es de esa forma como la periodista Patricia Báez Martínez pasa 24 horas en la supuesta cárcel preventiva de Paya, junto a 16 mujeres en un espacio de 9 metros cuadrados.

A todo esto, la profesional denunció de manera formal y documentada a la fiscal Georgía Teresa Abreu Matos en la Procuraduría General (Procurador General, Departamento de Persecución del Ministerio Público y Fiscalía de Baní), pero en el Departamento de Inspectoría del Ministerio Público –órgano que se encarga de investigar a los fiscales- no le quisieron recibir la denuncia alegando que de recibírsela, la iban a desestimar.

La profesional entiende que existe una serie de abusos contra la  mujer en su caso, que empiezan cuando el padre de su hija la violenta psicológicamente con estos procesos, a los que arrastra también a su propia hija de 11 años, la cual ha sido vista por cinco psicólogos durante el último año, razón por la cual la madre puso una denuncia en Conani metropolitana, institución de la cual tampoco ha recibido respuesta, pues ella considera que a la menor hay que protegerla, ya que ésta le confesó que el padre la llevó engañada a Baní a la evaluación psicológica diciéndole que esa entrevista era para la guarda, mas era una denuncia en lo penal contra la madre.

Los abusos contra la mujer continúan cuando Cruz denuncia a la fiscal Cecilia Báez para que no subiera junto a él a solicitar la orden de protección a favor de la niña, y también cuando manipula para que la fiscal Aurelina Cuevas sea suspendida e investigada por no haber cedido a sus presiones de mandar a buscar presa a la periodista Báez Martínez.

“Yo espero que alguna autoridad, si es que existe, le ponga un freno a este individuo, que sin tener un peso en el bolsillo, utiliza sus relaciones -sus influencias- y ahora las de su esposa, para hacer daño, sin importar que el daño mayor se lo causa a su propia hija. ¿Qué hubiese sido de nosotras si ese hombre tuviera dinero?” Cuestiona la profesional.