Por Patricia Báez Martínez
El primer endoso fue entre 2011 y 2012; a los
dominicanos nos costó 200 mil millones de pesos y una reforma fiscal que llevó el Itebis de 16
a 18 por ciento y amplió la base. ¿El objetivo? La reelección del PLD en el Poder y la ascensión
de Danilo Medina al solio presidencial, garantizando impunidad a ocho años de
corrupción desmedida. En ese momento la
actitud de Medina era de niño famélico, digno de conmiseración. Quizá nunca
convenció a Leonel Fernández, pero de no apostar a él, los cuestionamientos,
las denuncias, las querellas y expedientes judiciales hubiesen llegado
antes. El actual presidente es
compromisario del acto de corrupción que lo llevó al Gobierno, no solo tomando
recursos del erario para su campaña, sino también comprando conciencias y
votos. ¿Qué no hará Danilo para reelegirse, ahora que es Presidente y tiene
todos los poderes? Temístocles Montás, supuesto precandidato presidencial, fue
cómplice de Leonel Fernández para forzar las elecciones a favor del PLD, fue
premiado con permanecer al frente del Ministerio de Economía, Planificación y
Desarrollo, y actualmente apoya la reelección.
Esas son claves de lo que puede sobrevenir: La reedición del hoyo fiscal.
En los últimos tres años nos ha gobernado la misma estructura mafiosa que
gobierna desde 2004, con escasas excepciones no excepcionales. Y lo hemos
consentido.
La batuta del director de orquesta hacía unas
señas, pero los músicos entendían otras: Cuatro (4) años más. Amparados en una
supuesta popularidad de brincacharquismo. “Cuatro años más son insuficientes”,
la excusa favorita de todo presidente ineficiente, poco institucional y
autoritario.
El segundo endoso se produce en mayo de 2014;
aún no sabemos el costo monetario, pero sí el institucional: Estocada a la
Constitución en una herida aún abierta, con adherencias que hacen dolorosa e
insoportable la vida democrática. ¿El objetivo? La reelección, una vez más, del
PLD y de Danilo Medina, impunidad para ambos grupos en pugna dentro del
oficialismo. Ahora la actitud del Presidente es diferente, se sabe con el Poder
dentro y fuera del partido, controla gran parte de los resortes del Estado,
solo dificultades en el Congreso y las Altas Cortes que no se puedan salvar con
canonjías. Sigue en su conocida representación de “gatica de María Ramos”: Él
no ambiciona nada ni hace nada; son sus muchachos que han armado toda esta
aplastante maquinaria dentro de la maquinaria. Casi nada.
Y he aquí nosotros, comunes ciudadanos, comunes
votantes, comunes “mojones” que vamos a permitir una vez más que nos roben el
poder soberano otorgado en la Constitución y que damos a modo de
representatividad, y que hoy, en el Pacto de las Corbatas Moradas nos pretenden
arrebatar. Se ultrajará una vez más la
Carta Magna, pero nunca para darnos más Poder, para establecer el Referéndum
Revocatorio, por ejemplo, sino para conculcárnoslo. ¿En cuál matadero quedará
el derecho a la institucionalidad, a la continuidad y estabilidad que merece
nuestra Nación?
El éxtasis de la derrota de un líder político
venido a menos por el descrédito, no debe convertirse en el anestésico que de
aquiescencia a iguales formas de corrupción e impunidad recientes.
Es ominoso aceptar que impunidad con impunidad
se paga.
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